¿Intestino irritable? ¡Déjalo atrás!
En la actualidad se utiliza la expresión: «Colon irritable» con frecuencia, para denominar el síndrome de intestino irritable (SII), siendo inadecuado ya que no solo afecta el colon o intestino grueso sino todo el conjunto del tubo digestivo. El SII consiste en un trastorno de dolor abdominal, cólicos, gases y cambios en las deposiciones como diarrea o estreñimiento. Según la Asociación Colombiana de Gastroenterología (A.S.G) es una enfermedad gastrointestinal que afecta del 10 al 20% de la población.
¿Por qué llega?
El SII puede complicar la calidad de vida de quien la padece, debido a la limitación en el consumo de alimentos y de las actividades sociales que giran en torno a este hábito. El origen de esta enfermedad aún no está claro, sin embargo se asocia a inadecuados hábitos alimenticios, sedentarismo, alteración del movimiento intestinal posterior a procesos infecciosos, depresión, estrés y herencia.
¡Sí a la sana alimentación!
Existen diferentes recomendaciones en la alimentación para prevenir o mejorar los síntomas, dentro de ellas están:
- Evitar el consumo de comida rápida o grasosa, embutidos y empaquetados.
- Evitar los lácteos enteros, preferir deslactosados o de origen vegetal, si predomina la diarrea.
- Evitar las bebidas alcohólicas, gaseosas, productos instantáneos.
- Limitar el consumo de alimentos productores de gases ( brócoli, repollo, cebolla, ajo, col, lentejas, frijol, conservas y frutos secos, preferir lechuga romana o churca, calabacín, espinacas, berenjena).
- Elegir productos ricos en fibra, galletas, tostadas, pan integral, para aumentar la digestión si predomina el estreñimiento.
- Consumir abundante agua en el día.
- Masticar despacio los alimentos.
- Mantener horario fijo en las comidas.
- Realizar ejercicio con frecuencia.
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